Greta Díaz GV.
Cada tercer día Carolina Campos, y su nieta, Dany, de dos años riegan con agua del pozo las lechugas, chícharos, calabazas, rábanos y espinacas del jardín. El agua que utilizan no es del todo cristalina, ya que Caro vive a menos de 100 metros del Río Lerma donde es común ver llantas, botellas de pet, aceite, e inclusive, espuma de detergente.
Caro cuenta que su mayor preocupación es la basura que ve en el río, sin embargo, los contaminantes que sus ojos no alcanzan a percibir son los que podrían hacerle mayor daño. Seguir leyendo AFECTACIONES A LA SALUD POR FÁRMACOS EN EL AGUA