Filiberto Palma.
A la edad de 12 años, Karla Jacinto era una chica rebelde, amante de las patinetas y un tanto intrépida. La originaria de la zona centro del Distrito Federal, relata que en su casa, los golpes, el rechazo por parte de su madre y las peleas con sus hermanos, eran ya una constante.
Ella soñaba con crecer y dejar ese mundo atrás. Nunca imaginó que su anhelo se cumpliría tan rápido, al encontrar a un joven de 22 años que empezó a enamorarla y con el que se identificó, hasta el punto de escaparse con él. Seguir leyendo El problema de la trata de personas; una historia de víctima y victimario