Carlos Escutia.
Uno de los elementos fundamentales de la radio es el lenguaje. De acuerdo con la lingüista y directora de la revista Algarabía, María del Pilar Montes de Oca, el lenguaje es la única forma que tienen los humanos para conocer y comunicarnos. Es un código natural que nos permite identificarnos.
Octavio Valdes Sampedro, investigador de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México, afirma que el lenguaje es un canal de creación. Cuando alguien escucha una historia o un comentario en la radio, se crean imágenes que nos permiten trabajar nuestra imaginación.
Quien tiene la posibilidad de estar detrás de un micrófono y poder emitir un mensaje, tiene la responsabilidad y el poder de compartir una visión del mundo.
Pienso un poco la labor del locutor como la labor del docente, la labor del investigador. En el sentido de poder ejercer en el lenguaje esa posibilidad de mostrar, ejercer el poder que tiene la palabra para poder llegar a los demás y despertar, si no conciencias, que ya es mucho pedir. Por lo menos que la gente a abrir los ojos, aprenda a mirar, aprenda a escuchar. La gente puede hablar y hablar, pero muy poca gente puede escuchar. La gente estaba acostumbrada a escuchar. Hoy día creo que uno de los problemas fundamentales es que la gente no escucha
EL LENGUAJE A TRAVÉS DE LA RADIO
El también especialista en filosofía y hermenéutica asegura que el lenguaje es lo que somos. Además de poder comunicarnos a partir de él, nos permite conocer otras visiones del mundo.
El lenguaje y la palabra deben ser vistos como un detonante del ser. Depende de la lengua que hablemos, conocemos el universo desde otro punto de vista.
Establecer una comunicación. La palabra comunicación quiere decir poner en común. Creo que de una u otra forma, poder dialogar, poder emitir pensamientos, sentimientos, emociones, en el sentido de la palabra hablada. Y poder confrontarla y establecer un diálogo con el otro viene a ser quizá el sentido de lo que somos. La palabra es con lo que nos vestimos todos los días. Se convierte en una necesidad vital
El intelectual mexicano, Juan Villoro asegura que las palabras utilizadas en la radio nos permiten concebir mundos y formar realidades.
PALABRAS QUE CUENTAN HISTORIAS
A partir de las crónicas deportivas de Ángel Fernández, quien nombró al Cruz Azul “La Máquina Celeste” o al Guadalajara “El Rebaño Sagrado”, Villoro aprendió que las palabras deben ser utilizadas para contar historias que alimenten la imaginación de los radioescuchas.
La radio me ayudó mucho a concebir las palabras como algo que no es utilitario, es decir, las palabras como símbolos mágicos. Las palabras como forma de la realidad, a entender que un relato mejora la realidad si está bien contado. Y ese me parece que es el principal atributo de la literatura, hasta ese momento yo no sabía que eso podía ser literario, pero me parece que la literatura acrecienta la experiencia del mundo
Fernández sobresalió por la manera tan emocionante que tuvo para narrar los partidos de fútbol. Acuñó muchos de los apodos mejor recordados en la historia del balompié mexicano, como «Los Leones Negros«, al club de Universidad de Guadalajara, cuando este equipo fue reforzado por varios jugadores brasileños de raza negra.
De las crónicas radiofónicas de Ángel Fernández, quien para Villoro es un hombre enfermo de fábulas, aprendió que hay muchas cosas que al oírlas bien contadas cambian totalmente su sentido, incluso los partidos más aburridos se convertían en grandes encuentros deportivos.
Un locutor de radio tiene que crear una realidad. Los locutores que empezaban a hablar de los partidos de fútbol antes de que empezara el juego ya nos metían en un relato de condiciones fabulosas. Empezaban a hablar de las tribunas, donde ondeaban las banderas, las palomas que se habían soltado como símbolo de la paz, a pesar de que pronto se celebraría una forma incruenta de la guerra sobre el césped. Los capitanes que se saludaban en círculo central y unidos en un abrazo de unos segundos, se separarían en convertirse en acérrimos rivales por los siguientes 90 minutos
LA INNOVACIÓN, COMPROMISO DE UN LOCUTOR
El académico de la Universidad Autónoma del Estado de México, Valdes Sampeedro recuerda al filósofo alemán Martin Heidegger, cuando afirmó que el lenguaje es la casa del ser. Nada puede existir cuando falta la palabra. Es el elemento fundador y fundamental. Nace para ser compartido con los otros.
En varias estaciones comerciales, el investigador universitario percibe que esta visión del lenguaje no está presente. Los comentarios que se vierten son intrascendentes, no son críticos ni reflexivos. La radio es una formación de identidades, por lo tanto, los locutores tienen la responsabilidad de ser inteligentes y mostrar un contenido innovador.
Lo que nosotros presenciamos en los medios masivos, en los medios de comunicación es la representación de lo que vivimos día a día. Te das cuenta de los lugares comunes. Te das cuenta la poca creatividad que puede proyectar. A fin de cuentas es una representación de lo que estamos viviendo. Una sociedad vacía tendrá obviamente representaciones vacías. Yo crecía con la radio, yo creo que gran parte de mi formación musical se la debo a la radio
Valdes Sampedro afirma que, en ocasiones, la gente prende la radio para opacar el silencio, para llenar de ruido los espacios. Sí la radio contara con más personal que emplea correctamente el lenguaje, la visión que hay del mundo se expandería.
Creo que aquel que, de cierta forma, es escuchado por varios necesita precisamente tomar en cuenta que esos varios lo tomen como una representación. Él se convierte en un creador de imágenes. Esas imágenes tienen que detonar, de una u otro forma, una visión de mundo, una visión de mundo que pueda ser objetiva, una visión de mundo que amplíe el horizonte, no que lo reduzca. No que lo meta en un frasquito, sino que rompa el frasco y lo pueda detonar
El investigador auriverde recuerda al al filósofo griego Platón, cuando afirma que quien tiene la retórica, tiene la espada. Utilizarla de una manera responsable, honesta e inteligente es una de las tareas que tiene el locutor.